¿Y el No a la guerra en Costa de Marfil? Ehhh??
El ataque aéreo de Francia, en respuesta a la muerte de nueve de sus soldados por un bombardeo del Gobierno de Costa de Marfil, ha reavivado con crudeza la tensión en el país y ha puesto sobre el tablero de la actualidad, aunque sea fugazmente, una de esas innumerables guerras olvidadas contra las que nadie se manifiesta por la simple razón de no estar implicadas en ellas los Estados Unidos de América.
Aquí vemos en estado puro la hipocresía de las dos varas de medir del antiamericanismo en general y de la izquierda muy en particular y, en especial, de esos actores españoles y su hipócrita no a la guerra. El Gobierno de Chirac, que exigía en 2003 una nueva resolución de la ONU resolución que su Gobierno se encargaría de impedir como conditio sine qua non para que los aliados emprendieran su intervención militar contra el régimen genocida de Sadam Husein, era el mismo gobierno que enviaba tropas francesas a su ex colonia en una decisión mucho más unilateral que la que trataba de llevar a cabo en esos momentos el conjunto de países democráticos que secundaron a Bush contra la dictadura de Sadam Husein. Ahora es verdad su presencia militar en su ex colonia tiene el apoyo de la ONU, pero como también la tiene, y de manera mucho más nítida y reiterada, la presencia de tropas aliadas en Irak.
Esa doble moral ha resultado igualmente repugnante en el caso de esos pseudos-pacifistas y la mayoría de los medios de comunicación, cuyo silencio en el conflicto marfileño y su apoyo al eje franco-alemán deja en evidencia que lo del no a la guerra sólo lo utilizan como una irresponsable pero eficaz arma electoral que ellos administran cuando y donde quieren. ¿Dónde están ahora los Bardén, Sabina, Querejeta, León, Waoming y compañía? ¿En la pancarta? ¿Qué pasa? ¿es que acaso es mejor o m´s guapo el Señor Chirac que el señor Bush? Pues no. En esta pancarta no les interesa estar. ¡Están engordando con las subvenciones que ZP les ha dado por los servicios prestados, gestionadas no por el Ministerio correspondiente, sino por el todopoderoso Sogecable, que para más inri, se ha atribuido potestades ministeriales en materia de cultura!
Por mi parte, no voy a secundar la demagogia antiimperialista de quienes son capaces de asesinar a civiles indefensos por el mero hecho de ser franceses o de saquear e incendiar colegios por esa misma razón. Lo que, desde luego, sí voy a denunciar y a poner el grito en el cielo, es esa inmensa hipocresía mediática de quienes sólo ondean el no a la guerra dependiendo de si están o no en la oposición y dependiendo de quién libre las guerras. Si se dice No a la Guerra se dice PARA CUALQUIER CLASE DE GUERRA. Por lo visto, para los actores españoles hay unas guerras malas y otras mejores. Ya lo decía Pedro Ruiz con muy buen criterio, que antes de ponerse la pegatina de No a la guerra se ponía otras pegatinas, tales como: No, a la hipocresía, No, a la estupidez, No, a la demagogia barata así muchas más.
Aquí vemos en estado puro la hipocresía de las dos varas de medir del antiamericanismo en general y de la izquierda muy en particular y, en especial, de esos actores españoles y su hipócrita no a la guerra. El Gobierno de Chirac, que exigía en 2003 una nueva resolución de la ONU resolución que su Gobierno se encargaría de impedir como conditio sine qua non para que los aliados emprendieran su intervención militar contra el régimen genocida de Sadam Husein, era el mismo gobierno que enviaba tropas francesas a su ex colonia en una decisión mucho más unilateral que la que trataba de llevar a cabo en esos momentos el conjunto de países democráticos que secundaron a Bush contra la dictadura de Sadam Husein. Ahora es verdad su presencia militar en su ex colonia tiene el apoyo de la ONU, pero como también la tiene, y de manera mucho más nítida y reiterada, la presencia de tropas aliadas en Irak.
Esa doble moral ha resultado igualmente repugnante en el caso de esos pseudos-pacifistas y la mayoría de los medios de comunicación, cuyo silencio en el conflicto marfileño y su apoyo al eje franco-alemán deja en evidencia que lo del no a la guerra sólo lo utilizan como una irresponsable pero eficaz arma electoral que ellos administran cuando y donde quieren. ¿Dónde están ahora los Bardén, Sabina, Querejeta, León, Waoming y compañía? ¿En la pancarta? ¿Qué pasa? ¿es que acaso es mejor o m´s guapo el Señor Chirac que el señor Bush? Pues no. En esta pancarta no les interesa estar. ¡Están engordando con las subvenciones que ZP les ha dado por los servicios prestados, gestionadas no por el Ministerio correspondiente, sino por el todopoderoso Sogecable, que para más inri, se ha atribuido potestades ministeriales en materia de cultura!
Por mi parte, no voy a secundar la demagogia antiimperialista de quienes son capaces de asesinar a civiles indefensos por el mero hecho de ser franceses o de saquear e incendiar colegios por esa misma razón. Lo que, desde luego, sí voy a denunciar y a poner el grito en el cielo, es esa inmensa hipocresía mediática de quienes sólo ondean el no a la guerra dependiendo de si están o no en la oposición y dependiendo de quién libre las guerras. Si se dice No a la Guerra se dice PARA CUALQUIER CLASE DE GUERRA. Por lo visto, para los actores españoles hay unas guerras malas y otras mejores. Ya lo decía Pedro Ruiz con muy buen criterio, que antes de ponerse la pegatina de No a la guerra se ponía otras pegatinas, tales como: No, a la hipocresía, No, a la estupidez, No, a la demagogia barata así muchas más.
3 comentarios
juanra -
Pilar -
Ademas me gustaría que vinieras a ver mi bitacora, ¿lo haras?
Desde luego esteticamente mucho peor, me gustaría saber como consigues llenar toda la pantalla.
PacoCam -